El destino

Hace unos días que terminé de leer un libro estupendo que se titula “La sombra del viento” escrito por un tal Julián Carax[1]. Una historia de intriga y aventuras ambientada en la Barcelona de la posguerra, entretenida y muy bien escrita en mi humilde opinión, en la que su autor nos regala algunas reflexiones sobre la vida verdaderamente interesantes.

Una de estás perlas me ha resultado especialmente inspiradora porque revela el lado cómico y trágico de la realidad. Es la siguiente:

El destino suele estar a la vuelta de la esquina. Como si fuese un chorizo, una
furcia o un vendedor de lotería: sus tres encarnaciones más socorridas. Pero lo
que no hace es visitas a domicilio. Hay que ir a por él.

Al leer tales afirmaciones no puedo evitar sonreír, casi inconscientemente pero lo cierto es que cuanto más lo pienso más coherente me parecen dichas afirmaciones aunque me provocan también gran inquietud porque …

• El destino está a la vuelta de la esquina pero ¿de qué esquina?. ¿Da igual la
  esquina que escojamos o dependiendo de nuestra elección encontraremos un
  chorizo, una puta o una lotera??? Y ¿qué pasa si nos salimos por la tangente y
  no tomamos ninguna decisión y seguimos nuestro camino en línea recta??
  
• Por otro lado pienso que es normal que nos asuste ir en busca de nuestro destino porque no sabemos quién estará detrás de esa esquina, y tampoco tengo demasiado claro qué será lo mejor.

A veces el destino es un chorizo que nos sorprende y nos arrebata lo más valioso que tenemos, y en los peores casos hasta nos da unas hostias y nos deja heridos y con cara de gilipollas. Otras veces la vida es muy puta y nos regala placeres a cambio de otras cosas a las que debemos renunciar aun sin ser demasiado conscientes. Y de cuando en cuando en nuestra vida el destino nos vende ilusiones inciertas para que sigamos soñando a pesar de los chorizos y las putas.

Pero a pesar de todo… hay que ir a por él.

[1] Este es el autor de la obra homónima de la que se habla en la novela de Carlos Ruiz Zafón.